Tocar la fibra sensible de los estudiantes dominicanos en una ONG dominicana

Demmanuel con algunos de los alumnos de la Academia de Bachata

Como músico, he tenido que asumir muchos riesgos, y mi objetivo ha sido preparar a mis alumnos para que afronten los suyos. La música no sólo requiere un cierto nivel de habilidad y práctica para perfeccionar el oficio, sino que un músico debe estar dispuesto a ponerse en situaciones muy vulnerables. Cuando se interpreta una pieza musical, se está al mando de palabras y sonidos que provocan y dan forma a la energía emocional, y esta responsabilidad puede ser a menudo bastante desalentadora. Ya sea ensayando delante de tu profesor o actuando ante un público, estas exigencias emocionales pueden obligar a un músico a ponerse en posiciones muy temibles en las que tenga que interactuar con sentimientos para los que quizá no esté preparado. Los jóvenes estudiantes, o los jóvenes músicos como me gusta llamarlos, tienen que ser especialmente vulnerables en este entorno.

Dar voz a los estudiantes dominicanos

Academia de Bachata

Demmanuel enseñando piano en la Academia de Bachata

Decidir mudarme a la República Dominicana y trabajar con la Academia de Bachata del Proyecto DREAMpara enseñar música ha sido definitivamente una de las decisiones más desafiantes y a la vez gratificantes. Sin embargo, aun teniendo poca o ninguna idea de lo que me esperaba, me sentí cómoda al tomar esa decisión, porque tenía claros mis deseos, habilidades y limitaciones. No puedo decir lo mismo de mis alumnos y su comprensión de sí mismos. Enseño teoría musical, piano y canto, pero donde puedo decir que esta lucha tiene lugar sobre todo es en mis clases de canto.

A menudo he argumentado que nuestra voz es el instrumento más exigente desde el punto de vista emocional, porque nuestras voces están físicamente conectadas a nuestros cuerpos. Siempre les digo a mis alumnos que sólo tienen una voz, y que la suya es distinta a la de los demás. De ahí que un resultado del aprendizaje en mis clases de canto sea aprender sobre uno mismo tanto como aprender a cantar. A través de esta comprensión, mi clase toma forma. En lugar de fijarme en las características vocales de mis alumnos para ver su posición, evalúo constantemente quiénes son mis alumnos: ¿son divertidos? ¿son amables? ¿suelen ser tímidos o asustados? ¿son inteligentes? ¿son musicales? Para mí, un buen músico no es sólo alguien que toca y canta muy bien, sino también alguien que puede expresar eficazmente su ser genuino. De este modo, descubrir quiénes son y encontrar sus puntos fuertes y débiles es la clave para ayudar a mis alumnos a crecer como músicos.

Me remito a la Teoría de las Inteligencias Múltiples de Garner (aunque es criticada por los psicólogos modernos) para mostrar cómo la música y la persona a menudo interactúan, y cómo a menudo pueden convertirse en una sola. Por ejemplo, algunos de mis alumnos son realmente buenos en la expresión musical pero les cuesta afinar. Otros pueden afinar muy bien pero cantar de forma muy mecánica. Y otros cantan afinados y se expresan bien, pero su tono y su pronunciación de las vocales necesitan más trabajo.

Uno de los mayores honores de ser profesora es formar parte de los logros de mis alumnos. He trabajado con muchos alumnos que, antes de conocerme, tenían miedo de cantar ante el público. Ahora, muchos de ellos han cantado delante de cientos de personas hasta ahora. Además, muchos de ellos no podían o no querían cantar más alto que un susurro y, hoy en día, están descubriendo lo poderosas que pueden ser sus voces. Estos logros sólo han sido posibles asumiendo esos riesgos, y siempre me aseguro de preparar a mis alumnos para ellos y de cubrirles las espaldas cuando salen adelante.


Sobre el autor: Demmanuel González, miembro de la Academia de Bachata

Demmanuel González es un dominicano-americano de 22 años de Clifton, Nueva Jersey. Se graduó con su Licenciatura en Educación Musical Vocal en la Universidad Washington and Lee en Lexington, Virginia, donde estudió piano, voz, dirección coral, educación musical, así como psicología.

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