Tener la oportunidad de trabajar con el Proyecto DREAM en 2013 es algo que nunca olvidaré. Su compromiso con el desarrollo de los jóvenes y la creación de oportunidades de progreso sirven de inspiración para muchos. Creo sinceramente que no estaría donde estoy ahora, volviendo a la República Dominicana el pasado agosto como facilitador de desarrollo juvenil como voluntario del Cuerpo de Paz, sin mi primera experiencia con DREAM. Ellos me abrieron los ojos al impacto que el compromiso intercultural y el salir de tu zona de confort pueden tener en el futuro de una persona joven, y por eso, estoy siempre agradecida.

Decidir mudarme a la República Dominicana y trabajar con el Proyecto DREAM, Academia de Bachata para enseñar música, ha sido definitivamente una de las decisiones más desafiantes y a la vez gratificantes. Sin embargo, aun teniendo poca o ninguna idea de lo que me esperaba, me sentí cómoda al tomar esa decisión porque tenía claros mis deseos, habilidades y limitaciones. No puedo decir lo mismo de mis alumnos y su comprensión de sí mismos. Enseño teoría musical, piano y voz, pero donde puedo decir que esta lucha tiene lugar sobre todo es en mis clases de voz.

Siempre he querido trabajar con adolescentes y adultos jóvenes. Mi objetivo siempre ha sido ayudarles a mejorar su calidad de vida a través de programas de asesoramiento y desarrollo personal; así que cuando tuve la oportunidad de trabajar con A Ganar en el Proyecto DREAM, aproveché la oportunidad. Estaba ansiosa por trabajar con los jóvenes dominicanos y no estaba segura de estar preparada para trabajar con ellos en un ambiente de clase. Verás, nunca tuve aspiraciones de ser maestra; aunque respetaba la profesión, nunca me imaginé siguiendo ese camino profesional. Así que cuando me dijeron que estaría a cargo de dar las clases de inglés para la segunda fase de A Ganar, dudé, pero finalmente dije "está bien, lo intentaré".