De perdido a encontrado: El desarrollo personal de un compañero
Siempre he querido trabajar con adolescentes y jóvenes adultos. Mi objetivo siempre ha sido ayudarles a mejorar su calidad de vida a través de programas de asesoramiento y desarrollo personal. Cuando tuve la oportunidad de trabajar con el Programa de Desarrollo de la Fuerza Laboral de A Ganar en el Proyecto DREAM, aproveché la oportunidad. Estaba ansiosa por trabajar con los jóvenes dominicanos, pero no estaba segura de estar preparada para trabajar con ellos en un aula. Verás, nunca tuve aspiraciones de ser maestra; aunque respetaba la profesión, nunca me imaginé siguiendo esa carrera. Cuando me dijeron que me encargaría de dar las clases de inglés de la segunda fase de A Ganar, dudé, pero al final dije: "vale, lo intentaré". Sin tener experiencia previa en una clase propiamente dicha, firmé mi contrato, trasladé mi vida a Cabarete y me convertí en La Profe de Inglés, todo ello en el plazo de un mes. Ese primer mes fue el más difícil para mí. No sólo tuve que aprender a planificar las clases, sino que también tuve que aprender a ser una profesora eficaz, a la vez que intentaba superar mi miedo atroz a hablar en público. ¿Puede alguien explicarme cómo alguien puede ponerse delante de una clase de adolescentes extrovertidos y enseñarles un nuevo material mientras se siente incómodo no sólo con la presentación frente a grandes grupos, sino también asumiendo un papel que le es completamente ajeno? Noticia: ¡no es fácil!
Mi experiencia como profesor en la República Dominicana
Ese primer mes, el síndrome del impostor fue el tema y "finge hasta que lo consigas" fue mi mantra. Mi primer día de clase con la 34ª promoción de A Ganar fue como si me hubieran tirado a una piscina de 3 metros de profundidad sin ningún dispositivo de flotación y sin saber nadar. Sin embargo, de alguna manera, lo superé; cada día posterior fue más y más fácil. Con mi segundo grupo, la cohorte 35 de A Ganar, como profesor principal, ahora era capaz de impartir las clases sin la amenaza de los nervios, y poco a poco iba ganando la confianza necesaria para añadir mi propia materia y personalizar realmente las clases. Esa nueva confianza me permitió ver lo que antes no tenía claro: Me había estado limitando a una trayectoria profesional específica basándome en el miedo y la evitación de hablar en público. Pensaba que lo único que podía hacer con mi título de psicólogo era convertirme en terapeuta. No me di cuenta de lo mucho que la psicología se aplicaba a la enseñanza y de lo mucho que disfrutaba aplicando mi título en este trabajo.
Enseñar en un aula me permitió socializar directamente con los alumnos y relacionarme con ellos de una manera que no habría sido posible si no hubiera estado enseñando. Ver cómo los alumnos interactuaban con las lecciones y captaban la información que se les daba fue también una gran experiencia, porque no sólo me demostró que tenía la capacidad de transmitirles nueva información, sino que tenía talento para ello. Tenía talento para crear un espacio divertido y seguro en el que los alumnos estuvieran deseosos de aprender en mi clase, y eso me demostró que no era una simple becaria. A través de DREAM y A Ganar, me había convertido en un educador, una persona con pasión por transmitir información y ayudar a las nuevas generaciones a convertirse en miembros educados de la sociedad. Lo que empezó como un año sabático para una veinteañera confundida se convirtió en un año de redescubrimiento para una joven con nuevas metas, sueños y todo un mundo de oportunidades, y todo ello gracias a ese día en el que decidí, por capricho, que me mudaría a Cabarete y pasaría los siguientes ocho meses devolviendo a mi país.
Sobre el autor: Sashairy Henríquez, becaria de Ganar
Sashairy Henríquez es una dominicana-estadounidense de 22 años procedente de Nueva Jersey. Recientemente se ha graduado en la Universidad de Tampa con una licenciatura en Psicología. Sus planes para el futuro incluyen asistir a la escuela de posgrado para obtener una maestría en Salud Global y, finalmente, trabajar para una ONG como el Proyecto DREAM.